"No puedes ser un vampiro."
Yo estaba seguro de ello. Mi amante desde hacía tres meses no era más que un delirante. Sí, esa era la explicación, mucho mejor que ser un muerto viviente. Sólo necesitaba que lo llevara a un doctor y conseguir la medicación adecuada, o directamente sacarle la medicación. Pronto esos delirios serían cosa del pasado.
Dejé de desnudarme para dar a Henry toda mi atención.
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